…si lo que es más preciado se esconde y lo más vil se deja expuesto,
¿acaso no es evidente que la sabiduría que se prohíbe ocultar es más vil que la locura que se manda esconder?
Erasmo, Elogio de la Locura

3 jul 2010

Rota barquilla mía

Hay fobias para todos los gustos. Conozco –más que bien– a algún hombre valiente y práctico que pierde toda compostura ante la aparición de una cucaracha o insecto semejante. Todos sabemos también de alquien que no puede subirse a un avión. Sin hablar ya de casos extremos como aquellos a quienes les resulta imposible salir de sus casas. O ejemplos ridículos como los que no pueden aguantar ver unos cordones desatados. 

Claro, niveles hay muchos, y desde ya que estoy mezclando simples miedos o desagrados con impedimentos patológicos... Todo para contar cuál es mi propia fobia personal (en respuesta a posibles objeciones de algunas personas cercanas que podrían osar decir con tono burlón "¿sólo UNA?" aclaro que los demás son miedos racionales, objetivos y absolutamente necesarios; que no todos los compartan, habla únicamente de su ignorancia y descuido).

El paseo del último sábado por el río Luján, me deparó –además de casas señoriales, clubes de remo y vegetación salvaje del Delta– el desafío de enfrentarme con mi fobia: los barcos hundidos. 




Es bastante incomprensible que se arruine tanto el paisaje isleño con estos cacharros que además deben costar sus buenos pesos. ¿No sería posible desarmarlos, fundirlos o arreglarlos, en todo caso, para que sigan su vida sin atormentarme?



Nunca supe por qué me dan tanto escozor los barcos hundidos. Lo mismo me pasa con imágenes de tormentas en el mar y naufragios (desde ya que nunca pude ver Titanic; y La tormenta perfecta podría ser para mí el instrumento perfecto de tortura psicológica). 

Hace poco me dijeron que este miedo era un "trauma de vida pasada" porque había muerto en un naufragio alguna vez.... [Encogimiento de hombros y levantamiento de cejas]. Pero bueno, si eso pudiera ser cierto, casi que lo preferiría, porque siempre temí que se tratara más bien una premonición del futuro y que así terminaría mis días: en medio del sonido y la furia de un mar embravecido. Ya les contaré quién estaba en lo cierto o más bien se enterarán por mi obituario, si hay quién lo escriba. 


Es evidente que tengo un temor a ahogarme que pasa lo racional. Pero eso no me impide adorar el mar y querer zambullirme en cualquier charco de agua que se me ponga delante. Tampoco me impide salir a navegar regularmente. Así que no es la mía una fobia incapacitante. Pero no podría dedicarme a hacer una película sobre un barco hundido como mi amigo Santiago (por más que sea en Tierra del Fuego y me prometan un menú a base de centolla).

Me parece entonces que este asunto que tengo con los barcos viejos y abandonados puede interpretarse de manera metafísica o metafórica (si no es acaso lo mismo, como podría decir Borges). Enfrentarme a ellos, más aún si son muy grandes, es enfrentarme a la pequeñez y fragilidad de la propia vida.



Rota barquilla mía, (que arrojada
de tanta envidia y amistad fingida,
de mi paciencia por el mar regida
con remos de mi pluma y de mi espada,

una sin corte y otra mal cortada),
conservaste las fuerzas de la vida,
entre los puertos del favor rompida,
y entre las esperanzas quebrantada; 

sigue tu estrella en tantos desengaños;
que quien no los creyó sin duda es loco,
ni hay enemigo vil ni amigo cierto.

Pues has pasado los mejores años,
ya para lo que queda, pues es poco,
ni temas a la mar, ni esperes puerto.

Lope de Vega (Rimas humanas, 1609)


17 comentarios:

TC dijo...

Julia,

Un magnífico post, muy evocador, fotos maravillosas!

You have made something remarkable out of your old fear. This is sometimes how art happens.

La vista de barcos hundidos crea sentimientos confusos de miedo, de la melancolía y quizás también de esperanza y deseo de ser salvado de ahogarse, de sentimiento de la tierra.

¿Qué tiene de naufragios que es bello, romántico, poético?

Un naufragio, para mí, es un poco como una antigua balada. Siempre estoy a sentimiento por el suelo y, a veces mirando desde Ocean View ... con Echo y variaciones .

Julia dijo...

Aa,
Es cierto le temo al abismo, aunque me fascina también.
Estos son sólo algunos de los barcos hundidos y abandonados que había en ese trayecto del río Luján. Sí, la cantidad es pasmosa (y muy cruel para mí...)
Los cuentos de tus abuelos marineros dan para mucho. Pero a mí nadie me convence de que una tormenta en simplemente bella, es peligrosa y siniestra, por eso tal vez puede ser bella, no sé.

Tom,
Muchas gracias por tus palabras!
Por suerte creo que este es de esos miedos que uno atesora y quiere, justamente por esos sentimientos confusos que provoca.
Ya voy a mirar tus links!

Aaoiue dijo...

Con el naufragio del "Casón" hubo que desalojar el pueblo de mis abuelos y las aldeas de todo alrededor, que son muchas. Aún no se ha dicho oficial ni públicamente qué llevaba el barco, pero la bandera era de conveniencia y la tripulación ni te digo. Alguna chunguez nuclear. Después hubo lo del "Prestige", que al lado del vertido de British Petroleum en el Golfo de México hace reír.

TC dijo...

Julia,

Please forgive me for dwelling further on the naufragio theme... but it's all your fault!

You probably know that the "shipwreck trope" in the Lope de Vega sonnet derives from one of the most famous of Petrarch's sonnets, Rime 189.


Passa la nave mia colma d'oblio
per aspro mare, a mezza notte il verno,
enfra Scilla et Caribdi; et al governo
siede 'l signore, anzi 'l nimico mio.

A ciascun remo un penser pronto et rio
che la tempesta e 'l fin par ch'abbi a scherno;
la vela rompe un vento humido eterno
di sospir', di speranze, et di desio.

Pioggia di lagrimar, nebbia di sdegni
bagna et rallenta le già stanche sarte,
che son d'error con ignorantia attorto.

Celansi i duo mei dolci usati segni;
morta fra l'onde è la ragion et l'arte,
tal ch'incomincio a desperar del porto.

____


This was translated repeatedly into all the major European languages in the 16th century.

The English poet and diplomat/spy Sir Thomas Wyatt, who knew whereof he translated (he had survived several perilous sea voyages in his rather dodgy line of work), made this version:

My galley chargèd with forgetfulness
Thorough sharp seas, in winter nights doth pass
'Tween rock and rock; and eke mine enemy, alas,
That is my lord, steereth with cruelness,
And every oar a thought in readiness,
As though that death were light in such a case.
An endless wind doth tear the sail apace
Of forcèd sighs and trusty fearfulness.
A rain of tears, a cloud of dark disdain,
Hath done the wearied cords great hinderance;
Wreathèd with error and eke with ignorance.
The stars be hid that led me to this pain.
Drownèd is reason that should me consort,
And I remain despairing of the port.

____


This is a rough modern English approximation, without the poetry:


My ship laden with forgetfulness passes through a harsh sea, at
midnight, in winter, between Scylla and Charybdis, and at the
tiller sits my lord, rather my enemy;



each oar is manned by a ready, cruel thought that seems to scorn
the tempest and the end; a wet, changeless wind of sighs, hopes,
and desires breaks the sail;



a rain of weeping, a mist of disdain wet and loosen the already weary ropes, made of error twisted up with ignorance.



My two usual sweet stars are hidden; dead among the waves are
reason and skill; so that I begin to despair of the port.

Marta Domínguez Senra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
AJP Crown dijo...

How do you feel about being shipwrecked on a desert island? I always kind of liked that idea (as long as it had electricity).

Julia dijo...

Of course, Tom, I forgive you (si me perdonas que yo conteste en español ahora), es un placer tu comentario.
Lope tiene todo un ciclo de poemas sobre las "barquillas". Hay un artículo clásico de Morby que ahora no encuentro entre mis cosas, pero te paso la referencia por si te interesa: Edwin S. MORBY: «A footnote on Lope de Vega's barquillas», en Romance Philology, VI (1952-1953), págs. 289-293.
Además de remitir el motivo en Lope al soneto de Petrarca se suele relacionar especialmente con el tópico horaciano en Carmina I, 14 ("O navis, referent in mare te novi"). De allí también bebió Petrarca, sin duda, aunque volcándose más hacia el la veta amorosa. Creo que en Horacio, como en Lope, se acentúa más la fortaleza estoica ante los caprichos del destino.
Encontré aquí esta traducción del soneto de Wyatt, ¿Qué te parece?

Mi galera cargada de olvido
por ásperos mares en noche de invierno pasa
entre roca y roca; y también mi enemigo, ay,
que es mi señor, la gobierna con crueldad.
Y cada remo un pensamiento dispuesto,
como si la muerte fuera leve en tal caso.
Un viento eterno rasga la vela a toda prisa
de suspiros forzados y confiada timidez.
Una lluvia de lágrimas, una nube de oscuro desdén,
han hecho a las fatigadas cuerdas gran daño,
ceñidas de error y también de ignorancia.
Ocultas están las estrellas que me trajeron a este dolor,
ahogada está la razón que me debería acompañar,
y aún desespero del puerto.

Julia dijo...

Aa:
¡Me has contagiado tu maldición con los comentarios que desaparecen! Ya había escrito tu respuesta y por una idiotez mía desapareció. ¡Uff!

Bueno, te decía, antes que nada que espero que no seas ni más breve ni más leve ni, por supuesto, más buena!

No recuerdo ahora, ni llegué a buscar, a quién se le atribuye ser el primero en usar la metáfora de las abejas para hablar de la labor del poeta (a ver cuál de las dos lo encuentra antes!). Pero también recordarás que esa imagen se usó muchísimo en el Renacimiento en especial, aunque también en el Barroco, para hablar de la imitación no servil. No la copia esclava de los autores o artistas que vinieron antes, sino un accionar como el de las abejas cuando liban en una, otra y otra flor extrayendo el polen para hacer su miel. Así debe actuar el artista, sacando lo mejor de cada uno que lo precedió para crear luego su propia obra.

Verás que entró tu Horacio en la respuesta de Tom.

Julia dijo...

AJP
I'm ok with the idea of a desert island (even more if it has electricity, but I think that doesn't count as a desert island! ¡Estás haciendo trampa!:-)
As long as I'm away from water and on solid ground, everything is fine... Well, I would like a tropical island, instead of a freezing one, and I prefer to be in good company than alone, or even worse, in bad company!

Anónimo dijo...

Julia
gracias por el link.
¿Cómo es eso de que el paisaje se arruina?
¡Todo lo contrario!
Claro q hablo de algún naufragio acá y allá, no de desastres ecológicos. Para mí, en muchos casos, los naufragios mejoran un paisaje.
¿Qué no? Fijate en estas fotos:

http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2009/11/14/el-desastre-del-mar-de-aral-una-muerte-anunciada/

Y ni hablar del paisaje que quedó en las Georgias. Es un lugar realmente impresionante y desolado que me encantaría conocer. Y en ese caso es para alegrarse, porque quiere decir que esa maquinaria ya no se dedica a la matanza de ballenas.

http://morningaftershow.files.wordpress.com/2009/12/south-georgia-grytviken-seal-boats-2-11-3.jpg

S.Pam

Stuart Clayton dijo...

¡Me has contagiado tu maldición con los comentarios que desaparecen! Ya había escrito tu respuesta y por una idiotez mía desapareció. ¡Uff!

El comentario se hundió de manera fortuita ? Temores del mal que se vuelven en poderes ...

Julia dijo...

Sí, Santi, un barco solo en medio de una playa enorme puede quedar lindo. Así como a lo romántico alemán: imagen de las ruinas y todo eso. Pero con te aseguro que todas estas barcazas por el río Luján arruinan el Delta. Ya te llevaremos en el Inquieto para que lo compruebes cop tus propios ojos (o te llevará tu amigo, en una "salida de hombres": así pueden hablar de fútbol, por ejemplo ;-)

Julia dijo...

Stuart,
Me hiciste reír, ¡tenés razón!
De todas formas aquí fue un claro ejemplo de naufragio por error humano: si se aprieta el botón de cerrar antes de guardar o publicar, las cosas se hunden en el abismo. Ahora ya lo sé...

fernandes dijo...

Qué buenas fotos!!

Tan buenas que siento una envidia enceguecedora.

Julia dijo...

Gracias, hermano. Aunque sea (in)sana envidia es halagadora. No son mías, son de "señor esposo" como podría decir un arquetipo bien porteño: la grasa de barrio.
¡No pude ir al Rojas el 29!

Anónimo dijo...

Como decía antes: si esto no te parece que mejora el paisaje...
SPam

http://www.facebook.com/photo.php?pid=59905&id=100001149496880&ref=nf&fbid=108507295864253#!/photo.php?pid=65643&id=100001149496880&ref=nf&fbid=109727795742203

Julia dijo...

Tremendo, tremendo, Santi!
Tuve que cerrar los ojos apenas llegué al link que habías puesto (y encontrar casi a tientas la cruz para cerrar la página). ¡No me hagas estas cosas!