…si lo que es más preciado se esconde y lo más vil se deja expuesto,
¿acaso no es evidente que la sabiduría que se prohíbe ocultar es más vil que la locura que se manda esconder?
Erasmo, Elogio de la Locura

23 jun 2010

Patetismo



El grito, 1893
 Galería Nacional de Oslo

Hay días en que uno se siente patético. Perdón, recapitulo sin generalizar. Hay días en que yo me siento patética. Y en esos días la imagen que se me aparece una y otra vez es el El grito de Munch. ¿Por qué será?

Es raro, siempre me pareció raro que se me apareciera esta imagen para representar mi sentimiento patético. Leía al sujeto principal del cuadro como espantándose de algo que estaba fuera de sí, en el exterior; algo que veía y quedaba literalmente fuera de[l] cuadro. Sin embargo para mí era la imagen perfecta de un sentimiento íntimo. 

Ahora sólo con buscar la imagen en Wikipedia descubro (lo que puede la ignorancia) que se dice que originalmente se llamó "La desesperación" y las interpretaciones canónicas, incluso las del propio artista, aluden a perturbaciones profundas de la psiquis, angustia, ansiedad, desórdenes de la personalidad (la versión en inglés trae más referencias). 

Vamos bien... más elogios de la locura. Y compruebo que mi respuesta emocional al cuadro era más acertada que la racional. ¿Deberé alegrarme por eso?

En estos días, también, aparecen como una cantilena repetida los cuartetos del soneto de Garcilaso.

Cuando me paro a contemplar mi estado 
y a ver los pasos por do m'han traído, 
hallo, según por do anduve perdido, 
que a mayor mal pudiera haber llegado; 

mas cuando del camino estó olvidado,
a tanto mal no sé por do he venido; 
sé que me acabo, y más he yo sentido 
ver acabar conmigo mi cuidado. 

8 comentarios:

Aaoiue dijo...

Qué luminoso Garcilaso, ya no me acordaba de él. Nos decían en la Facultad: Herrera, Garcilaso y Juan de la Cruz son lo que va de un tono más oscuro a la luz más clara, del hierro herreriano al aire sólo surcado por alguna partícula de polvo que ni siquiera está enamorado.

A veces pienso que entre Goya y Munch no ha habido prácticamente ni una sola pincelada ni brochazo sobre la desesperación.

Hay que invocar entonces aquel otro verso "y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado" o "ni cogeré las flores, ni temeré las fieras".

Acá tenemos un fin de semana de 4 días a partir de la verbena de esta noche. "Pinta" bien.

Un beso grande.

Julia dijo...

¡Gracias!

Juanma dijo...

La locura puede ser apreciada, sólo en casos como ese, ¿cierto?
Saludos.

Julia dijo...

¿Apreciada o sufrida? No estoy segura...
Bienvenido y gracias por pasar por aquí :-)

TC dijo...

Coincidencia o no, Julia, la misma imagen que tenía en mente la noche anterior. De pie sobre una silla, con un fuerte dolor de cabeza, tratando de reparar una lámpara rota .... patético intento ... y recordé el pobre de Munch, que siempre me recordaba a una bombilla con un dolor de cabeza.

Tal vez sea mejor sentirse compañía en la miseria.

Julia dijo...

Gracias, Tom! Sí que ayuda y es mejor la compañía.
Tu comentario, además, me hace desdramatizar: ver la imagen de Munch como una bombilla con dolor de cabeza es mucho mejor que pensarla signo patente de mi desquicio!

Vicky dijo...

Sigo tu lógica (?) y aparezco por acá para regalarte un par de cuadros que, me parece, dan felicidad. Elegí el que más te guste (yo no pude decidirme) y miralo mucho :)
Acá va un Xul
http://www.xulsolar.org.ar/obras/40-08.htm
y un carnaval de Miró
http://www.art.com/products/p10032652-sa-i845988/joan-miro-carnival-of-harlequin.htm?aff=conf&ctid=979045703&rfid=290333&tkid=0&

Y si no funciona, volvamos al viejo método: ¡escuchar a los Beatles!

Un beso

Vicky

Julia dijo...

Gracias, Nena! Me gustan los dos, pero me quedo con el Xul a quien quiero tanto! Creo que hace dos años usé ese cuadro de tarjeta electrónica para fin de año.
Bueno, después del resultado del partido de recién no me sentiré sola en mi depresión.
Aunque la verdad ya no lo estoy. O no tanto. Lo tengo a Xul :-)
Un beso