…si lo que es más preciado se esconde y lo más vil se deja expuesto,
¿acaso no es evidente que la sabiduría que se prohíbe ocultar es más vil que la locura que se manda esconder?
Erasmo, Elogio de la Locura

6 may 2011

Antes de que el verano nos abandonara



A principios de abril el otoño nos regaló todavía unos últimos días de calor.





 Practicamos nuestras actividades preferidas (¿o debería decir sólo  "acostumbradas"?):
 charla con amigos, alimentación copiosa, observación  de niñas...







 ... y observación de aves. 

(Un dato incontrovertible: las aves reclaman menos cosas que las niñas. De modo que todavía no sé por qué no las llevamos a casa y dejamos a las niñas que pastoreen libremente en la naturaleza; una vez por semana podríamos ir simplemente a observarlas...) 







  
Una de las cosas que más me gustan del otoño en Buenos Aires es que a veces se olvida de que sirve de anuncio al invierno y recuerda al verano con más cariño. Aunque con un sol más amable y un calor menos bochornoso.


(Fotos de Diego Landro en la Isla Nazar Anchorena del Club Náutico San Isidro)

4 comentarios:

AJP Crown dijo...

You don't seem to have had much snow yet. I wish our autumns looked like that.

Julia dijo...

That's right, zero snow... yet.
You three should come to Buenos Aires in autumn or spring when the city is at its best.

TC dijo...

I especially like the bird photos. The swimming duck is splendid. The sense of a gentle, reflective arrival of autumn in a lovely place -- that's enjoyable and excellent to dwell upon. One is left the sense that the passage of time is not so bad, after all. And that is a pleasant thing to be feeling, to be sure.

Julia dijo...

Dear Tom, I'm so glad that my post produced this thought or feeling on you! (with which I completely agree)