…si lo que es más preciado se esconde y lo más vil se deja expuesto,
¿acaso no es evidente que la sabiduría que se prohíbe ocultar es más vil que la locura que se manda esconder?
Erasmo, Elogio de la Locura

24 feb 2011

Vade ad formicam et disce sapientiam

 

La hormiga, como la abeja y la araña, ha sido desde siempre un insecto cargado de vastas simbologías. La antigüedad de la cita bíblica que da título a esta entrada lo atestigua. Proverbios 6,6:

Vade ad formicam, o piger, 
et considera vias eius, et disce sapientiam.

[Fíjate en la hormiga, perezoso; 
observa sus costumbres y aprende a ser sabio.]

Una de las ideas que más disfruto del pensamiento barroco es la seguridad sobre las enseñanzas que se extraen de la Naturaleza (así con mayúscula porque el mundo no es otra cosa que el segundo Libro de Dios que debemos aprender a leer). Con insistencia se encuentra en tardíos autores barrocos, especialmente jesuitas, frases como esta:

“No destinó el Cielo a los animales para el servicio material del hombre sólo, que la Templanza del Toro no sirve para la cultura de los campos, ni la Continencia del camello, para cargar más peso sobre sus espaldas. De donde es preciso, que sus perfecciones a más elevado ministerio sirvan”
(Andrés Ferrer de Valdecebro, Gobierno moral y político hallado en las fieras y animales silvestres sacado de sus naturales propiedades, Madrid, 1658.)

Justo cuando el mundo de la ciencia empezaba a intentar leer el mundo con rigor matemático y geométrico, la cultura de los países contrarreformistas –en especial España, la Península Metafísica, como dice Rodríguez de la Flor– se aferran a los modos de conocimiento analógicos, metafóricos y simbólicos de lo que los rodea.

A mí también me gusta leer el mundo en clave ejemplar y más de una vez aprendo lecciones morales, quizás no de los “mudos pescados”, pero sí de los perros melancólicos y de los gatos combativos. Por eso, estas fotos de Diego además de gustarme porque son tan lindas, se me presentaron como jeroglíficos que enseñan (o me enseñan) el buen obrar.


La hormiga camina sobre el alambre, porque no vuela como la abeja ni teje como la araña. Su camino está fijado por las vías de metal. Tranquiliza y distiende saber que se sigue una dirección fijada, una meta elegida.


Elije una entre las posibilidades que se le ofrecen. Porque siempre hay que elegir una vía de las dos, o miles, que se nos presentan. El viejo tópico del bivio. No sabemos, ni nos importa si eligió el camino fácil que lleva a la ruina o el escarpado y estrecho que alcanza la salvación. Es que no sabemos si creemos en “La Salvación” ni en la respuesta única y la Verdad unívoca. Pero sí en el infierno de este mundo de inacción; suficiente pozo de confusiones que nos empuja al vacío frustrante. 

Eligió una vía y avanza. Rauda y segura, avanza.

Y en los nudos de alambre, entrelazamientos de direcciones y posibilidades diversas, ni se mete. 


Pero si acaso se topa con líos ineludibles, los pasa por encima siguiendo la vía recta que se marcó en un principio.




14 comentarios:

Silvana Mariel Arena dijo...

Las fotos de Diego leídas por Julia. Me encantó esta entrada, Julia. Te la robo para compartir en el Taller de lectura ¿sí? Besos.

Julia dijo...

¡Qué bueno, muchas gracias!
Un beso

Diego dijo...

Excelente entrada. No se si las fotos mejoran el texto, sino más bien lo contrario. El texto les da a las fotos un tono mucho más poético del que jamás pensé que podían tener. Muchas gracias! Besos!

Julia dijo...

Gracias, amor! Sé que tu crítica puede ser parcial y hasta interesada... pero me encanta que te guste!

TC dijo...

Beautiful and thoughtful post, a triumph!

The King James Version of the Book of Proverbs gives this saying from the Latin Vulgate as "Go to the ant, thou sluggard, and consider her ways, and be wise," which, in the interests of justice, allows the ant to retain her gender. She is female in the Hebrew, (nemâlâh) but then in the Greek translation she is reduced to masculinity (μύμηξ) .

Here, too, something tells me the ant is not a "he" but a "she".

La hormiga camina sobre el alambre...

Julia dijo...

Thank you, Tom; you're always so kind!

And yes, the aunt it's definitely a she for me.
All these symbolic insects are feminine in Spanish (la araña, la abeja, la hormiga, la cigarra...); that doesn't mean they're females, but the genre certainly implies, or point to, the gender.

AJP Crown dijo...

Very interesting. Remarkable pictures, so beautifully made. Are there any interesting contemporary baroque views on Descartes? He had no feeling for animals at all.

Julia dijo...

"Are there any interesting contemporary baroque views on Descartes?"

I've no idea!!
I barely know something about Spain at that time, but if you take me out of this, I'm a complete ignorant.

AJP Crown dijo...

Nice to be complete.

I always thought of baroque as referring to music, art & architecture and literature, I didn't think of there being baroque ideas that didn't include those; it's probably a misunderstanding on my part.

Anónimo dijo...

>Julia
Como sabes, los nombres de los artrópodos que has citado, se llaman epicenos. En esos casos son de género femenino pero, como bien indicas, no están relacionados con el sexo.
Como curiosidad, parece que derivado de nuestra palabra “cigarra” viene el nombre de cigarro y cigarrillo, exportado luego a otros idiomas.
Además de las fotos y el texto, me ha gustado la cita bíblica en latín. Intentaré aprenderla.
Un saludo.
Jesús.

Julia dijo...

> AJP, ja-ja-ja! (sarcastic tone)
And most of the times I'm also a COMPLETE idiot.

> Jesús, no sabía eso. Ni lo de los epicenos, que podría haber buscado, ni lo de las cigarras, los cigarros y los cigarrillos que me interesa más. ¿Tenés más datos de esa derivación?
Lo mejor de la cita bíblica es el "o piger" ¿no sería genial incorporarla a los insultos callejeros, por ejemplo?

Anónimo dijo...

>Julia
Por ser un poco « piger » he tardado algo en responder.
Así como los nombres epicenos tienen la peculiaridad vista con los insectos o arácnidos que citaste, también existen los nombres comunes en cuanto al género, los cuales no poseen género y, por tanto, valen para personas de uno u otro sexo con el simple cambio del artículo o pronombre; por ejemplo: el mártir y la mártir y muchos nombres de profesiones. A este respecto, hubo una anécdota muy celebrada: una ministra española habló de “miembros y miembras” por exceso verbal a causa de la corrección política sobre el género.
Se puede decir que el equivalente a esto para cosas es el nombre ambiguo, como por ejemplo el mar y la mar.
Siguiendo con el género, siempre me ha llamado la atención que en la entrada “zorra” sea donde viene la definición del animal aún existiendo el masculino “zorro”. Lo habitual suele ser lo contrario, como para león/leona, gato/gata, etc.
Sobre el origen del nombre de los cigarros, en diciembre escuché en la radio una entrevista a Juli Capella, arquitecto, diseñador y autor del libro « Así nacen las cosas ». Contó que los primeros cigarros estaban hechos muy toscamente, por lo que su forma un poco alargada y ovoide junto al color recordaban un tanto a las cigarras, lo que dio lugar a ser nombrados así. No obstante, después he leído que, según otros autores, el origen es otro.
Jesús.

Pablo Jauralde Pou dijo...

Sigue siendo un blog luminoso, de fotos también.

Julia dijo...

> Jesús, muchas gracias, mucho sé yo de vagancia así que pocos retrasos me asustan. Una de mis frases más repetidas es "¡Qué fiaca!" que en nuestro español significa "¡qué pereza!".
Es cierto lo de zorra, ahora voy a ver qué dice Covarrubias, como sabrás el primer lexicógrafo en lengua castellano o española (1611).
Nada sabía de ese origen de cigarro: si no es verdadero es de todas formas muy divertido.

>Pablo, se agradece el cumplido, como siempre =)