Ninfa, de Doris hija, la más bella,
adora, que vio el reino de la espuma.
Galatea es su nombre, y dulce en ella
el terno Venus de sus Gracias suma.
Son una y otra luminosa estrella
lucientes ojos de su blanca pluma:
si roca de cristal no es de Neptuno,
Pavón de Venus es, cisne de Juno.
El futuro y la cría controlada convirtieron la magnífica metáfora gongorina, suntuosa y conceptista, en casi una descripción literal de la realidad.
Transcribo el comentario de Dámaso Alonso en su famosa edición de la Fábula de Polifemo y Galatea:
pavón de Venus es, cisne de Juno: Recuérdese que en el v. 6º estaba implícita la comparación de Galatea con un cisne de blanca pluma; en esta blanca pluma se abren como ojos las estrellas (es decir, los ojos) de la bella muchacha. Este verso último aumenta la complicación: según el v. 6º, en la blanca pluma (como de cisne) se abren "ojos". Pero el ave que tiene ojos en la pluma es el pavo real (llamado pavón, en el s. XVII). Resulta pues, que Galatea tiene cualidades de cisne (por su piel, como blanca pluma) y de pavón (por tener ojos en la pluma). Ahora bien: el pavón estaba dedicado a Juno, y el cisne a Venus. Galatea es pavón con algunas cualidades de pavón. Esto lo expresa Góngora sintéticamente, contraponiendo los atributos de cisne y pavón, en el verso "pavón de Venus es, cisne de Juno." Galatea es pavón (pero un pavón con cualidades de cisne, dedicado a Venus) y cisne (pero un cisne con cualidades de pavón, dedicado a Juno).
Góngora y el "Polifemo", Tomo III, Madrid, Gredos, 1967, p. 99.
(Confieso que hasta ahora no sabía que existían pavos reales blancos o albinos, así que fue toda una sorpresa encontrarme con estas imágenes en la red –aunque debería haber leído con más atención mi Harry Potter and the Deathly Hallows porque en el capítulo 23 se dice que los Malfoy tenían uno de mascota)