En el Cusco, el ombligo del mundo inca y lugar mágico todavía, resulta coherente hallar buenos indicios para el camino de nuestras vidas.
Hay que decidir si esto es un letrero vial o una recomendación metafísica.
Cierto que parecía haber obstáculos para llegar al final.
Y, aunque estaba sin duda empedrada, no podríamos asegurar que fuera de buenas o malas intenciones.
Lo que es seguro es que no es ninguna autopista al infierno pero tampoco parece una escalera al cielo :-p
Mejor hacer caso a los carteles y caminar con precaución.
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