A fines del mes pasado entramos a las corridas al Cementerio de la Recoleta para un paseo veloz en mitad del Congreso de la AIH y, como Buenos Aires siempre da sorpresas (en especial a los que la conocemos tan mal), apareció esto: una coqueta bóveda art decó con mi apellido
Desde ya que no es de mi familia, ¡qué va a ser! Igual podía probar a ver si me aceptaban...
No esperé demasiado y preferí seguir adelante, por las dudas. A veces es mucho mejor no pertenecer o al menos no todavía, como diría San Agustín.
Hoy encontré más datos sobre la bóveda, obra del arquitecto Troiani Troiano, aquí:
2 comentarios:
Nosotros, mi marido y yo, visitamos Recoleta en 2004. Nos gustó mucho. En todos paises en vacaiones, visitamos los cementerios, y esto fue muy interesante. Gracias por publicar en su blog.
¡Gracias a vos, mim, por pasar por aquí!
Me alegro que te haya gustado la publicación, el cementerio de la Recoleta es un lugar muy curioso.
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